¡No me apresures! Espérame, Jesús ...
¿Cómo no parece apresurarse? Comienza con una oración desesperada: ¡Señor, desátame! Ya sabes, Jesús no se apresuró. Se desvió de su camino para hablar con la mujer en el pozo y extiende su mano al leproso. Él se mantuvo priorizado amando a las personas e hizo tiempo para ellos. Ya sabes, si tu sentimiento se apresuró, recuerda que el Salvador del mundo no se apresuró así que tampoco deberías Para más información, visite: proverbs31.org. Bendiciones!